martes, 27 de abril de 2010

Es la vida que me alcanza y llego tarde

Durante días, semanas e incluso siglos un hombre puede tratar de abordar a una mujer. Se valdra de de todo tipo de acciones y estratagemas varios. Será lo suficientemente paciente para mirarla 2 segundos a los ojos y fingir atención. Buscara un par de palabras y las acomodara de tal manera que una conversación dure 2 horas y media. Las primeras 2 horas, la chica hablara de como estuvo su día, de sus ex´s, del perro de su infancia y de todo aquello que le venga a la mente. La restante media hora podremos resumir toda nuestra vida a 4 o 5 conceptos básicos que serán mas que suficiente.
Durante la vida de un hombre pasan por su vida centenares de mujeres, empezando por su madre, pasando por compañeras de primaria, novias, amantes, amigovias, primas cercanas y terminando por su madre. Porque la madre es la única mujer a la que un hombre elige por la comida, por lavarle la ropa y a la que no sirve de nada mentirle.
El conflicto llega cuando te golpeas la cabeza con la madurez y estableces una pareja estable. Te casas, vienen los hijos y la hipoteca a 30 años para alguna casa en el suburbano bonaerense. Para cuando terminas de juntar hasta el último billete, prorrogas las vacaciones a Las Toninas y optas por un modelo 1989 full, podes terminar de pagar la hipoteca, viene el "síndrome del nido vacio", la pastilla para la presión y te terminas dando cuenta de que la amiga de 21 años de la que te enamoraste, ahora paso los 50´s, la menopausia le quedo chica, no se quiere ver al espejo y tenes la leve sospecha de que te engaña con el jardinero.
Después de horas de terapia y kilos de ansioliticos tenes 2 opciones: o te volves a hacer amigo de tu mujer o buscas a otra nueva amiga de 21 años.

Nos estamos leyendo !!!

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