lunes, 31 de enero de 2011

Las mil y una interpretaciones del mundo

Al momento de sentarse a escribir uno debe reunir un par de ideas, algo de coherencia y salir en búsqueda de algo original. Es así como uno llega a recurrir al diván del psiquiatra, a las experiencias cercanas de amigos de dudosa procedencia, al alcohol, a la chica del supermercado que te arrojo una sonrisa, a una grande de muzzarella y a todo acto indecente que se se le venga en gana al lector.
Hay mucha gente que juega a ser escritor. Creen que armando una trama medianamente compleja basada en su vida sirve para ganar el premio Nobel y debe contentarse ganando millones de dolares y dando conferencias alrededor del mundo para explicar que el personaje principal es una prolongación del inconciente colectivo de una tribu adolescente de un pais poco probable.
Nadie puede llegar a comprender la complejidad de la vida y quien llega a comprender aunque sea una parte de esa complejidad es llamada "genio". Los cientificos al igual que los verdaderos escritores son "genios" que llegan a comprender el mundo y ponerlo en palabras. La tarea de los lectores será cuestión de desentrañar los vericuetos de su existencia y del resto de la realidad en la que están inmersos sin saberlo. Uno construye una realidad "ficcionada" que no es más que una de las millones de interpretaciones que hacemos del mundo. Todo depende del nivel de abstracción y profundidad que llevemos a cabo en la tarea diaria de escribir.
A lo largo de todos los años que llevo como escritor solamente una vez alguien tuvo la agudeza de preguntarme: ¿Por qué escribis?. La pregunta a simple vista es justamente eso, simple pero en realidad es mucho más compleja de lo que parece. En el momento en que se formulo me tomo por sorpresa así que opté por tomar un trago de cerveza, respirar profundo por un instante y preguntarmelo a mi mismo, algo que nunca había ocurrido ya que para esas alturas formaba parte de mí.
La verdad, al menos mi parecer de ella, es que escribo porque me gusta, me hace feliz y realmente soy bueno haciendolo, aunque no siempre fue así. La mayoría de la gente piensa que el arte en general y en particular la literatura es algo simple y que uno puede ejercerlo con facilidad. En realidad, la tarea de la escritura es mucho más ardua de lo que cualquiera pueda aguantar, es muy solitaria y por lo gral se dice que los escritores estamos locos, somos borrachos y una serie de despropósitos más y en parte es así. Hay quienes necesitan tomar alcohol, drogarse, llevar una vida promiscua y otros simplemente nos devanamos los sesos tratando de encontrarle un sentido a las palabras, a ese maravilloso y complejo mundo que resulta ser.
Si alguien quiere empezar a escribir que sea bienvenido pero que sepa que le espera un largo camino por delante, a los que están en la tarea les doy un aliento y confianza ya que por algo lo siguen haciendo y a los que no nos comprenden no podré decirles nada pues seguirán en la sombra de la caverna.


Nos estamos leyendo !!!!